Si tu cliente es más curioso que amoroso, si el ingrato convenenciero está ahí contigo cuando le das precio y trato preferente pero a la primera que ve la ventana abierta se sale a buscar comida de otro plato en otras casas, vaya, es como un gato.
La criaturita nefasta se aparece de la nada y se te encima por que quiere o cariño o comida, en el momento que lo quiere bajo los términos que lo quiere, hasta pone su carita tierna y se te embarra como si te estuviera untando nutella por todos lados para obtener más de lo que quiere… rascame la barbita, sobame el lomito, ah ah ah nada de masajitos en la pancita o recibirás una mordida y acabará yendo a quien sabe donde y regresará quien sabe cuando y tu, quedas en eterna angustia con remordimiento por no atenderlo.
Y no estamos hablando de esas razas de gatos peludas, suaves como la seda de patas cortas y ternura ilimitada, nono, tu cliente es como un vil, vulgar común y corriente gato como los que ves en la calle y en millones de hogares.
Obtener el interés genuino de un gato es un arte, lo mismo sucede con tus clientes! ya ni hablemos de una fidelidad y entrega hacia tu producto o servicio, como la que todos soñamos como dueños de negocios, por que no olvidemos algo muy importante, el dinero de verdad está en el cliente que regresa, no en el que entra a tu puerto por primera vez.
Ñiñlñi a mi mi gato si me quiere, se la vive pegado a mi, hace lo que le pido, vamos a generalizar esto por el bien del fácil entendimiento va? Cuando me refiero a un gato, hablo del felino que tiene la opción de salir de su casa, que habita en un vecindario lleno de personas amables dispuestas a darles mimos y comida, incluso ponerle un nombre ajeno al que le con tanto amor le pusiste, si, yo se que a final de cuentas ese gato es tuyo, que tu lo adoptaste, pero eso solo es cierto en tu mente, la verdad es que le ruegas a tu gato para que te quiera y te acepte ya no te preocupes no se lo diré a nadie.
Y en efecto, aquí viene la primera realidad, el rogar es el primer problema que tenemos con nuestros clientes, y ellos lo saben, lo huelen lo detectan, te ven sudar y nadar en la materia viscosa de la que están hechos los ruegos.
Tal vez nunca seas el único proveedor de comida de tu cliente, que diga, de tu gato, pero si el favorito. Claro, esto es si estas conciente de que le ofreces el mejor alimento, en un bonito rincón donde puede sentarse a comer sin sentir amenazas y no ser molestado tampoco y tener la certeza de que cuando regrese siempre habrá comida esperándolo. Osea, calidad, servicio y experiencia de compra.
Si haces esto no hay por qué bajar precios, ofrecer descuentos agresivos, sufrir ante los caprichos de tu cliente, evitarás entrar en el círculo de las promos y descuentos permanentes que solo acabarán desgastando el valor de tu marca. Enfócate en ti, en tu negocio y en tu valor, y no caigas en el desgaste de tu imagen y ventas en la que muchos negocios terminan perdiendo la paciencia. Claro que puedes ofrecer promociones y descuentos, pero estas deben ser muy estudiadas para no terminar perdiendo el estatus de la marca a largo plazo.
En mi blog hablo más a fondo de esto justamente, el cómo explotar tu genialidad y atributos naturales de tu equipo y negocio para obtener los clientes que deseas, etc, suscribete a mi podcast, newsletter o pon mi blog en tus favoritos para saber más.
Regresando al gato, despues de hacer todo eso, ¿se sigue yendo a otras casas a buscar amor y comida? El gato es depredador, tiene los recursos para obtener lo que desea y le gusta la variedad. Esa es la segunda realidad, Déjalo, eso es perfecto, que te compare hoy como siempre y que vea el por que tu eres su humano favorito, así regresará mas feliz contigo. El cliente siempre tiende a buscar otras opciones, novedades, lo diferente y disruptivo, por eso en el ambito del marketing escuchas tanto estos términos, que simplemente están basados en el comportamiento colectivo humano, pero te voy a decir algo que es real y que no todo mundo se anima a decir… hay miles de productos o servicios de menor calidad y entrega que los tuyos, claro, esto es si ya tienes atendidas tus primeras dos realidades, la publicidad boca en boca, la base de recomendaciones y el reconocimiento que recibe tu negocio y una difusión inteligente son más poderosos que cualquier estrategia extravagante y novedosa de marketing y hace siempre a los clientes regresar.
Ahora, si se va definitivamente, te habrá hecho una serie de regalos maravillosos, el darte espacio para atender a nuevos clientes que van mas de acuerdo a tu marca, ajustar tu mensaje y difusión para atraer más de estos últimos.
Para formular nuevos productos y servicios que atienden a otros tipos de gatos, que diga, de clientes.
También, te ayudó a mejorar y entender las razones de por qué tus clientes no regresan, también a darte cuenta quien es tu público y quien no, claro, todos son gatos y comparten mucho en su comportamiento, pero no todos los gatos son iguales y tener conocimiento de cómo tratarlos a todos los tipos es crucial para el largo plazo. Pero algo es definitivo, no recibas en tu casa a gatos que no quieres tener simplemente por tenerlos.
Tercera realidad, el gato no es tu amigo, y nunca lo será, no te engañes. El gato común no conoce el concepto de amistad y entrega incondicional como un humano o un perro lo hacen, En los negocios no hay amigos, claro que puede serlo fuera de la relación comercial pero nunca nunca confundas amistad con negocio aún cuando tu cliente te haga entender eso, un gran porcentaje de malentendidos entre clientes y proveedores se genera por esa ilusión de amistad, entrar en el mundo de los “favores” y el hoy por mi, mañana por ti, que casi siempre acaba en decepción y rompimiento, ni hablemos del desgaste a las relaciones comerciales que mantienes con ese cliente si es que no se rompen, no importa si vendes bolsas, llantas, seguros, membresías o pastelitos. Di no a las concesiones, a los favores, al favoritismo, a las prioridades basadas en relaciones, etc.
Cuarta realidad, a los gatos les gusta estar cerca de las personas que no los acosan y aman al humano al que respeta su espacio, que les atiende solo cuando ellos le buscan, sin quitarles más tiempo del que ellos requieren para atender sus emociones ni estresarlos con hostigamiento excesivo. El azúcar es una delicia, en todo, pero en exceso te empalaga, te harta y al final te mata.
Muchos negocios abusan de notificar a sus clientes todo lo que hacen y empujarselos a su whatsapp, a su mail, impulsar publicaciones en redes para que todos sus seguidores lo sepan, y terminan teniendo el distanciamiento de sus clientes. Si, hay un debate ahi, pero siempre lo he dicho, el sentido común es tu mejor guia.. ¿Te quedas con 10 personas que te aman o con 100 que valoran tu producto o servicio?
Claro que la comunicación constante de de tu marca es una buena práctica, pero tiene su ciencia, más bien, es un arte.
Alardear demasiado despierta envidia, ser demasiado gracioso harta, ser demasiado serio aburre, seguir una línea que te funcionó inicialmente sin animarse a intentar más cosas terminará llevándote al desgaste y acotando tu mercado.
Sorprende a tu gato, dejale ver a lo lejos que le pusiste un nuevo plato, que ese alimento estrena un nuevo sabor con la misma calidad de siempre, déjale una cama cómoda para que pueda tomar la siesta después de comer, en un lugar donde nadie lo moleste pero tenga fácil acceso a ti, no uses un truco o carnada para llamarlo, confía en el olor de tu comida y en el lugar que le has preparado para que disfrute, en fin, este tema es largo y complejo, pero no imposible, te recuerdo que en mis redes y medios puedes encontrar recursos para guiarte en materia de atención a clientes, experiencias y calidad basado en tus fortalezas en particular.
Y para terminar, claro que el marketing es necesario e importante, pero es algo que hoy en día algunos marketeros te ofrecen como si fueran simples golosinas que le gustan a todos y que solo por eso ya vas a tener clientes y ventas. No, así no funciona.
Al final, la quinta realidad es que tú también eres bien gato, gata, gate ti to tu. Por que tu tambien eres cliente, pero eso de ponerse en el lugar del cliente no funciona mucho en el mundo, pues cada cliente es distinto y piensa diferente a ti, tiene gustos distintos, pero si nos vamos a lo más básico, el aceptar y entender que al final todos somos seres humanos y compartimos los mismos rasgos esenciales, podemos tener una base con la cual trabajar, y ya sobre la experiencia irás especializandote en cada tipo de persona particular para poder ampliar el alcance y efectividad de tu producto o servicio, no despesperes.
Vaya, esta fue una simple embarrada resumida de información para poderte guiar, que comprimo en menos de 10 minutos por vez, sobre este tema en especifico he impartido capacitaciones de horas, hay mucho por aprender acerca de cómo atender y crecer con tus clientes, y si te interesa puedes suscribirte a mi newsletter donde te notifico cuando hay material de tu interés, visitame en genius.pro en la sección de blog o en mis redes.
Yo soy Bob el consultor, nos leemos pronto!